Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
En Bajo toda la lluvia del mundo se dan cita hombres y mujeres comunes, reyes, emperadores, niños, traductores, artistas y vagabundos. Fijados a un recuerdo e imposibilitados para olvidar, los personajes de estos magníficos relatos... Seguir leyendo
info
En Bajo toda la lluvia del mundo se dan cita hombres y mujeres comunes, reyes, emperadores, niños, traductores, artistas y vagabundos. Fijados a un recuerdo e imposibilitados para olvidar, los personajes de estos magníficos relatos muestran que la condición básica del ser humano, arrojado por Dios en esta tierra, es la soledad.Una pared es el límite físico que separa y a la vez protege del afuera, de la realidad; también, una ventana ficticia que promete un contacto con el exterior. En estas historias pobladas de vacíos, de incomunicación, de gritos ahogados, de intemperie, aparecen retazos, fragmentos de vidas ajenas, muchas veces enajenadas de la realidad. Son las astillas de una incesante y vertiginosa búsqueda de interioridad que acaso facilite la inserción en un mundo incomprensible, sufriente y lleno de limitaciones.La mano tendida hacia el otro, la necesidad de correspondencia y el intento de desentrañar los designios de Dios no alcanzan para superar el dolor de estar vivos. Los seres que pueblan estos relatos, modulados por el lenguaje y la capacidad reflexiva, interrogan ese límite incomprensible entre la salvación y el peligro de perderse sin remedio en sí mismos.Después de varios años desde la publicación de Solemne y mesurado (1990), su primer libro de cuentos, Hugo Mujica nos sorprende con estos inquietantes relatos en los que exhibe, una vez más, su potente capacidad para sondear secretos del alma y su extraordinario talento como escritor.
PRETEXTOS
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.