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Ni a Jesús se le puede entender sin la Iglesia, ni ésta es comprensible sin una cierta familiaridad con la persona del Maestro. Sin embargo, es frecuente ver desconectados a uno y a otra. Hay... Seguir leyendo
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Ni a Jesús se le puede entender sin la Iglesia, ni ésta es comprensible sin una cierta familiaridad con la persona del Maestro. Sin embargo, es frecuente ver desconectados a uno y a otra. Hay gente que se fija en Jesús, que admira su persona y su mensaje, pero que prefiere prescindir de la Iglesia. Quizá tenemos que acusarnos los cristianos de que, en nuestra forma de vivir, la Iglesia ha quedado desplazada, y hasta contradicha en no pocas ocasiones la persona de Jesús: tampoco nosotros habríamos logrado, entonces, una verdadera síntesis entre Jesús y la Iglesia.Estos "guiones" pretenden ayudar a que se encuentre de nuevo el equilibrio. Su estudio nos llevará a comprender que el seguimiento de Jesús conduce inevitablemente a sentirse miembros de la comunidad eclesial, enviados por El para ser testigos de su mensaje en el mundo. No es ésta una tarea individual, sino encauzada a través de esa comunidad, que es a la vez misterio y sacramento, pueblo de Dios peregrino en la historia, obra de Dios que vive en la historia y está hecha de hombres, entre los cuales y para los cuales vive, sometida a todos los condicionamientos que caracterizan a la historia de la humanidad.Este libro es continuación de otros dos, publicados en esta misma colección: Matrimonio y Familia (6ª edición), y Hacia la fe en Jesús (3ª edición), y sólo desea contribuir a que más cristianos amen más a la Iglesia y se sientan más comprometidos con ella, a fin de que ésta sea un poco más "sacramento y signo de la unión del hombre con Dios y de la unidad del género humano" (Gaudium et Spes, 1).
SAL TERRAE, EDITORIAL
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